Djokovic derrota a Alcaraz en dos sets y se lleva el oro olímpico
En una emocionante final en los Juegos Olímpicos de París, Novak Djokovic venció a Carlos Alcaraz en sets consecutivos, asegurando la medalla de oro con marcadores de 7-6(3) y 7-6(2). La leyenda serbia, a sus 37 años, demostró su habilidad y determinación duradera, superando al joven estrella español en los momentos clave de un partido que no vio quiebres de servicio y que se decidió en dos intensos tiebreaks.
Juan P
8/4/20242 min leer


Carlos Alcaraz, a pesar de sus valientes esfuerzos y múltiples oportunidades de quiebre, no pudo superar el juego estratégico y experimentado de Djokovic. La incapacidad de Alcaraz para capitalizar ocho puntos de quiebre en el primer set resultó costosa, ya que la compostura y precisión de Djokovic en los tiebreaks aseguraron su histórica victoria. El partido duró dos horas y 51 minutos, demostrando el alto nivel de competencia y la resistencia física y mental de ambos jugadores.
Esta victoria es particularmente significativa para Djokovic, ya que completa su colección de títulos importantes. Habiendo ganado ya 24 títulos de Grand Slam, siete Masters y una Copa Davis, el oro olímpico era el último gran galardón que faltaba en su ilustre carrera. La victoria llega 21 días después de que Alcaraz venciera a Djokovic en la final de Wimbledon, destacando la notable recuperación y resiliencia del serbio tras una cirugía de rodilla el 5 de junio.
El partido final, celebrado en la icónica cancha Philippe Chatrier, fue cargado de emoción. Djokovic recibió un inmenso apoyo del público, probablemente influenciado por la narrativa de su última oportunidad potencial para ganar un oro olímpico. Los cánticos de "Nole, Nole" crearon una atmósfera electrizante que pareció impulsar el rendimiento de Djokovic.
El primer set fue una exhibición de tenis de alta tensión, con ambos jugadores manteniendo sus servicios en medio de intensos intercambios. Djokovic enfrentó un desafío difícil ya que su servicio falló al principio, pero logró evitar múltiples puntos de quiebre con jugadas estratégicas y servicios poderosos. Alcaraz, por otro lado, mostró destellos de brillantez pero no pudo convertir oportunidades cruciales, lo que resultó en un tiebreak.
En el tiebreak, la experiencia de Djokovic brilló. Ejecutó una serie de tiros ganadores, incluyendo una volea decisiva que aseguró el set, para deleite de sus fanáticos. Alcaraz, a pesar de su juego agresivo, se encontró rezagado en puntos críticos, entregando a Djokovic la ventaja.
El segundo set mostró a Djokovic ganando confianza, sirviendo a la perfección y capitalizando la presión creciente sobre Alcaraz. Los impecables juegos de servicio del serbio y sus devoluciones tácticas mantuvieron a raya a Alcaraz. A pesar de una fuerte pelea del jugador español, la precisión en el golpeo y la fortaleza mental de Djokovic llevaron a otro tiebreak.
En el segundo tiebreak, Djokovic mantuvo su dominio, aprovechando su experiencia y acumen táctico para asegurar la victoria. Alcaraz, aunque tenaz, no pudo superar el asalto implacable de Djokovic y tuvo que conformarse con la medalla de plata.
El triunfo de Djokovic no solo agrega a su estatus de leyenda, sino que también cimenta su lugar como uno de los mayores atletas en la historia del tenis. Su oro olímpico es un testimonio de su habilidad incomparable, resiliencia y espíritu inquebrantable.